Cuando un emprendedor se decide a abrir un despacho o una oficina no es consciente de la cantidad de papeleo que debe de hacer y servicios que debe de contratar.
Uno de estos servicios, que en muchas ocasiones pasa desapercibido y, por tanto, es olvidado por el empresario, es el de contratar un seguro para oficinas y despachos. Esto es así, ya que a priori, parece que estos lugares no pueden sufrir siniestros, pero nada más lejos de la realidad.
En un despacho o en una oficina, tanto empleados como clientes pasan muchas horas, por lo que el riesgo de que suceda una caída, un incendio, un robo o un daño personal, existe.
Aunque sí que es cierto que en los trabajos de oficina o despacho el riesgo es menor que en otros, como por ejemplo un taller o una fábrica.
Recuerda que, en nuestra correduría, te podemos ayudar en la contratación del seguro para empresas.
Para proteger de cualquier siniestro una oficina o despacho es recomendable contratar un seguro de multirriesgo para oficinas.
Dependiendo de la aseguradora tendremos un seguro más complejo o menos. Independientemente de ello, en dicho seguro se pueden y deben contratar las siguientes coberturas.
Una de las coberturas imprescindibles en todos los seguros y, sobre todo, en el seguro de oficina y despacho es la responsabilidad civil. Esta responsabilidad civil cubre la responsabilidad originada por las lesiones o daños a terceras personas, p los que conlleven una reclamación por parte de un cliente al haberse visto perjudicado por una negligencia en el trabajo de nuestra oficina o despacho. Hay actividades especiales que además deberán contratar una póliza de Responsabilidad Civil Profesional, como los asesores, las gestorías, notarías, etc.
Es decir, si tienes contratado el seguro con esta cobertura y sucede un daño a terceros, el seguro cubrirá la indemnización. Es más, se cubrirá la responsabilidad Civil tanto si el daño es causado a un cliente por el empresario como por el trabajador.
Este tipo de cobertura lleva un añadido y es que en muchos casos también cubre la defensa jurídica.
En una oficina pueden darse siniestros que pueden afectar al negocio y al inmueble, como puede ser un incendio o un escape de agua.
Pues bien el seguro de oficina y despacho cubre cualquier siniestro que pueda afectar al inmueble. En concreto, suele proteger ante los daños por agua, por incendio y explosiones, rotura de cristales y fenómenos atmosféricos.
El riesgo de que se realice un robo en una oficina o despacho es alto y más si tenemos en cuenta la cantidad de personas que pasan por él.
Normalmente, los robos se dan porque se tiene dinero en efectivo guardado en la oficina o bien para llevarse los soportes informáticos de alto valor económico
Pues bien, este seguro cubre esos robos además de los desperfectos que se hayan ocasionado en el asalto, que muchas veces son más importantes que las cantidades robadas, ya que muchas oficinas y despachos cuentan con alarmas que disuaden de permanecer mucho tiempo dentro del negocio.
También puede cubrir el atraco que suceda cuando un empleado esté llevando dinero para ingresar en un banco.
Puede suceder que se haya producido un siniestro que no permita la actividad de la empresa. Por ejemplo, imagínate que un incendio arrasa la oficina, pues la empresa no puede funcionar y debe de parar su actividad hasta recuperarse.
Si sucede uno de estos casos, la cobertura de paralización de la actividad te permite estar tranquilo, pues el seguro indemniza a la empresa con una cantidad que cubra la pérdida de ingresos durante el tiempo de paralización.
Existen también empresas que además de una oficina o un despacho cuentan con un almacén donde guardan mercancías que reparten. Pues bien, este seguro también te permite contratar una cobertura que cubra los daños en las mercancías que se guarden en el almacén.
Como vemos este seguro es muy útil y necesario para toda empresa que tenga un despacho u oficina. Sin embargo, si no te queda muy claro qué tipo de empresa necesita este tipo de seguro, te indicamos que son las siguientes:
– Cualquier tipo de asesoría, notaría o gestoría
– Oficinas y espacios de coworking
– Agencias de publicidad, inmobiliarias, de viajes o de seguros entre otros
– Despachos de abogados, arquitectos, procuradores, psicólogos.